Carl Jung sobre la relación entre la astrología y la psicología

22.02.2016 16:29
Una rara entrevista entre Carl Jung y un par de astrólogos franceses

El psicólogo suizo Carl Jung estudió largamente la astrología dentro de su labor psicológica, especialmente en lo referente a su concepto de la sincronicidad, las conexiones acausales, aquellos fenómenos que no podían explicarse por métodos científicos ordinarios pero que no por ello no eran reales. Jung entendió que existía un contínuum de unidad entre la mente, el espacio y el tiempo, una interdependencia que era posible debido a lo que llamó unus mundus (con Wolfgang Pauli). El unus mundus descansa en la "asunción de que la multiplicad del mundo empírico emerge de una unidad subyacente".

 

“Con considerable seguridad puede esperarse que una situación psicológica dada, bien definida, se acompañe de análoga configuración astrológica. La Astrología consiste en configuraciones simbólicas del inconsciente colectivo, que es el tópico principal de la psicología: los *planetas* son los dioses, símbolos de los poderes del inconsciente”. Carl G. Jung

 

Dentro de su terapia, Jung solía también recurrir a la carta natal de sus pacientes para formarse una visión más completa de su perfil. Sabemos también que realizó un experimento estadístico tratando de validar la astrología, el cual discute en su libro Sincronicidad.

Hay que mencionar que la visión jungiana de la astrología ha generado numerosas interpretaciones psicologistas de esta antigua ciencia, donde los planetas ahora son entendidos como arquetipos, se habla de interpretaciones simbólicas e intuitivas y se llena de jerga psicoanalítica una disciplina que tiene su propio lenguaje y reglas, más ligada a la matemática y a la teología. Una crítica similar se ha hecho a Jung con la alquimia, la cual también redujo a una forma de psicología, interpretando que la piedra filosofal es la psique individuada. Dicho eso, las ideas de Jung son interesantes y constituyen una buena lectura para ahondar más en la reflexión del enigma de la relación entre los astros y el ser humano.

Reproducimos aquí algunos fragmentos de una entrevista que realizaron los astrólogos Jean Carteret y André Barbault a Jung en 1954. Puedes leer la entrevista en su totalidad en el sitio Astrotranspersonal:

Maestro, ¿qué relación encuentra entre la Astrología y la Psicología?

Ha habido muchos casos de analogías chocantes entre la constelación astrológica y el suceso psicológico, o entre el horóscopo y la disposición caracterológica. Incluso existe la posibilidad de una cierta predicción en cuanto al efecto psíquico de un tránsito, por ejemplo. Se puede esperar, con un grado de probabilidad bastante alto, que cierta situación psicológica bien definida venga acompañada por una configuración astrológica análoga. La Astrología consiste en configuraciones simbólicas, como el inconsciente colectivo del que se ocupa la Psicología: los “planetas” son los Dioses, símbolos de las potencias del inconsciente (en primera línea y más allá).

¿De qué modo: físico, causal, sincrónico…, piensa usted que pueden establecerse estas relaciones?

Me parece que en este caso se trata sobre todo de ese paralelismo o simpatía que llamo sincronicidad: relación acausal que expresa aquellos nexos que no se dejan formular por la causalidad, como por ejemplo la precognición, la premonición, la psicokinesia (PK), y también lo que se llama telepatía. Dado que la causalidad es una “verdad estadística” hay excepciones de naturaleza acausal que pertenecen a la categoría de los acontecimientos sincronísticos (y no sincrónicos). Guardan relación con el “tiempo cualificado”.

¿Qué actitud mantiene usted ante posiciones de los astrólogos que admiten la existencia de un terreno psicológico desde el nacimiento, y de los psicoanalistas que explican la etiología de las neurosis a partir de las primeras experiencias de la vida?

Las primeras experiencias de la vida deben su efecto específico (patógeno) a la influencia del medio por un lado y por otro a la predisposición psíquica, es decir, a la herencia, que parece expresarse de manera reconocible en el horóscopo. Este último parece corresponder a un cierto momento del diálogo mutuo de los dioses (lo que significa: de los arquetipos psíquicos).

 

Los conceptos de la psicología de Carl Gustav Jung, son perfectamente asimilables por la astrología.

En este sentido, Jung consideró que los Doce Signos del Zodíaco son imágenes arquetípicas, manifestaciones del Inconsciente Colectivo. A partir de esta premisa, ubica a la Astrología dentro de una realidad psíquica, y para comprender cómo funcionan estos arquetipos en nuestra personalidad es necesario desarrollar una actitud o pensamiento simbólico.

Jung afirma en su libro “Tipos Psicológicos” que la disposición individual preexiste como un factor en la niñez; es innata, y no puede ser adquirida en el transcurso de la vida. Toda la teoría astrológica esta basada en este principio.

En este sentido, la Astrología puede ayudar a descubrir la naturaleza de esta semilla innata del Ser Humano, y a partir de ello crecer y potenciar el desarrollo y evolución.

“La Astrología no solo puede hablarnos del Yo que conocemos, sino también del que no conocemos” escribe Liz Greene en “Relaciones Humanas”. La Carta Natal es un mapa de la psique, y puntualiza rasgos del carácter que aun no se han vuelto conscientes. Con su ayuda podemos llegar a conocernos mejor y arribar a un mayor entendimiento de nuestra verdadera naturaleza. La Psicología Analítica de Jung intenta algo muy parecido:    Individualización y llegada al verdadero Yo.

En principio hay que decir, que como es sabido, pertenece a la psicología de Sigmund Freud el estudio de los así llamados complejos de Edipo y de Electra a experimentar, respectivamente, hombres y mujeres en el desarrollo de sus vidas.
Partiendo de los mitos griegos, acerca de las historias de Edipo y Electra, Freud dijo que, el primero en el caso de los hombres, el segundo en el de las mujeres, de manera análoga, existen en ambos complejos derivados respectivamente de las figuras materna/paterna, los que consistirán más tarde en conflictos agudos a la hora de elegir pareja, en ambos casos.
Según Freud, el hombre proyectaría en la mujer elegida para pareja el deseo reprimido de mantener relaciones sexuales con su madre, por lo que
más tarde, repetirá con su esposa la conflictiva original que haya experimentado con aquella. A eso él le llama el complejo de Edipo. Lo
mismo para la mujer, invirtiendo los roles (madre-padre, esposa-esposo), para así también conformar su complejo de Electra.

 

   Sincronicidad

El concepto de sincronicidad es una de las bases principales de la Astrología y también de la Psicología Analítica de Jung. Esta actitud de asumir las conexiones significativas entre fenómenos que ocurren simultáneamente, bajo una mirada del Universo interconectado de manera íntima con todos los seres, nos permite vivir nuestra experiencia como parte integrante del proceso de creación universal. Cuando yo realizo una creación el Universo crea a través mío.

La Astrología esta basada en este principio del sincronismo. La influencia del Cielo y las Estrellas no existe en un sentido causal. No hay ningún tipo de influencia causal.

Como es abajo es arriba.
Como es arriba es abajo.
Para que el milagro del Unico sea alcanzado.

Entonces, si se puede decir que lo universal se refleja en lo específico, y los eventos del Cielo se reflejan en la Tierra, es vital, considero yo, conocernos a través de la Astrología para así poder ligarnos al Universo y a la Naturaleza y co-crear la vida en unión y sinergia.

Las posiciones del cielo en un momento en particular, por reflejar las cualidades de ese momento, también reflejan las cualidades de cualquier cosa nacida en ese momento. […] Una no es causa de la otra; están sincronizadas y se reflejan mutuamente. Liz Greene


    La propuesta de Carl Gustav Jung

Más allá de la discusión acerca de posibles deseos sexuales reprimidos hacia los progenitores, en hombres y mujeres por igual, si al menos se acuerda con que en la mayoría de los casos los individuos repiten (proyectan) con sus parejas, las problemáticas vividas originalmente con sus padres y madres, a esto sale al cruce (en realidad, sin contradecir), Carl Jung, al advertir que en el individuo también existen otros arquetipos de pareja, además de los que se desprenden por los complejos de Edipo y Electra. A estos nuevos arquetipos, Jung los denomina, “Ánimus”, en el caso de mujeres, y “Ánima”, en el caso de los hombres.

    Arquetipos de Ánimus y Ánima

Tanto los arquetipos de Ánimus como de Ánima, poseen en sí mismos autonomías y orígenes independientes de las figuras que se desprenden de
los complejos de Edipo o Electra. Pero precisamente vienen a resolver la conflictiva presentada en los seres humanos por estas figuras. Los arquetipos de Ánimus y Ánima, según Jung, son inherentes al individuo mismo, y se habrían conformado, desde un punto de vista kármico, como un ideal, a través de sucesivas vidas pasadas (al menos será esta una teoría entre tantas). Es decir, ante el problema que al individuo se le presenta, a la hora de elegir pareja, de terminar proyectando sus problemas de relación con su padre o madre, sobre la persona elegida, cuenta con la opción de buscar una pareja más adecuada al ideal que le proporcionan estos arquetipos. En astrología se ve de qué manera se discierne en un caso determinado todo este asunto, cómo se analiza el complejo edípico, y cómo se halla al Ánimus o Ánima, según sea el caso, de un sujeto, para el estudio de todas sus características y modalidades específicas, particulares de cada caso.

    El inconsciente colectivo y “la Sombra”

Otras ideas particulares, interesantes de tener en cuenta, de la psicología jungiana, son las referentes al inconsciente colectivo, y a la así denominada “Sombra” ambas ideas completamente independientes una de otra.
El inconsciente colectivo es a la humanidad lo que el inconsciente personal es al individuo. En astrología se ve que cada sujeto en particular guarda conexión tanto con un tipo de inconsciente como con el otro (por las casas VIII y XII, y todo lo que les atañe, respectivamente). El inconsciente colectivo está conformado por el sustrato atávico de la especie humana toda, desde el principio de los tiempos hasta el día de la fecha, y con proyección de futuro, y es lo que pone en contacto, de ser posible, con los arcanos mayores de las culturas de todos los tiempos; con las cuestiones semiolvidadas, con el conocimiento y la sabiduría ya casi perdidas.
Dice Jung:/“Lo inconsciente colectivo es todo menos un sistema aislado y personal. Es objetividad, ancha como el mundo y abierta al mundo. Yo soy
el objeto de todos los sujetos, en perfecta inversión de mi //consciencia//habitual, donde soy siempre sujeto que tiene objetos. Allí estoy en la más inmediata e íntima unión con el mundo, unido hasta tal punto que olvido demasiado fácilmente quien soy en realidad. «Perdido en sí mismo» es una frase adecuada para designar ese estado. Pero ese «mismo» es el mundo, o un mundo cuando puede verlo una
consciencia. Por eso hay que saber quién se es”. /En /*Sobre los
Arquetipos de lo Inconsciente Colectivo*./

    La “Sombra”

Independientemente de esto, Jung también erige la idea de la /Sombra/, un elemento constitutivo también de la psicología humana, y que también
es fácilmente discernible en astrología para el posterior estudio en cada caso particular. La Sombra está notablemente emparentada con el “ello”.
Dice Jung: /“La figura de la sombra personifica todo lo que el sujeto no reconoce y lo que, sin embargo, una y otra vez le fuerza, directa o indirectamente, así por ejemplo, rasgos de carácter de valor inferior y demás tendencias irreconciliables”. *Bewusstsein, Unbewusstes und
Individuation, Zentralblatt für Psychotherapie*, /1939, pág. 265 y s.
/“La sombra es…aquella personalidad oculta, reprimida, casi siempre de valor inferior y culpable que extiende sus últimas ramificaciones hasta el reino de los presentimientos animales y abarca, así, todo el aspecto histórico del inconsciente… Si hasta el presente se era de la opinión de que la sombra humana es la fuente de todo mal, ahora se puede descubrir en una investigación más precisa que en el hombre inconsciente justamente la sombra no sólo consiste en tendencias moralmente desechables, sino que muestra también una serie de cualidades buenas, a saber, instintos normales, reacciones adecuadas, percepciones fieles a la realidad, impulsos creadores, etc.”. /C. G. Jung, /*Aion*, /1951, pág. 379 y s.
Se ve por lo antedicho que existe una relación bastante estrecha entre los conceptos de Sombra y Ello. Agreguemos nada más, que en interpretación de los sueños se cree que la figura de la Sombra siempre se presenta como de sexo opuesto a la del sujeto que sueña, y que en astrología, esta figura está representada por el planeta Saturno.